Italia celebra la pasta en su cine
Una de las imágenes que mejor representa la larga y querida tradición del cine italiano es la de Alberto Sordi en Un Americano en Roma, devorando un plato de pasta, concretamente espaguetis, mientras grita: “Me has provocado, y te destruyo.” Era 1954, y la escena de Sordi en la mesa fue solo uno de los innumerables homenajes posteriores que grandes actores y directores, italianos por supuesto pero también de otros países, han dedicado al rey de las cocinas y restaurantes del Bel Paese.
Pasta y cine, la contribución de Sergio Leone y sus spaghetti westerns
Hablando del vínculo entre la pasta y el cine italiano, es imposible no mencionar a Sergio Leone, el director romano que hizo que el término “spaghetti” se asociara universalmente con sus películas del oeste. ¿Por qué esta expresión? Originalmente, los llamados “spaghetti westerns” eran películas rodadas en italiano, con presupuestos limitados, siguiendo los principios del cine americano. Al principio, se veían con desconfianza, pero la crítica reconoció su valor, ampliando la audiencia de los westerns italianos en todo el mundo. Algo parecido a lo que sucede con la pasta, un alimento simple pero auténtico.
El cine italiano lleva la pasta a la gran pantalla
Fijándonos en las películas italianas, hay innumerables ejemplos donde la pasta se utiliza como símbolo o metáfora para transmitir diversos mensajes. Se puede mencionar La Gran Comilona, la película de Marco Ferreri de 1973, que aborda la relación obsesiva con la comida y los excesos. La pasta se convierte en un vehículo de hedonismo, representando el deseo insaciable de comer bien. Un plato de espaguetis también reúne a Peppone y Don Camilo en la misma mesa en el icónico El Regreso de Don Camilo (1953). Mientras tanto, los fedelini con atún compartidos alrededor de una mesa festiva en Parenti Serpenti (1992) ofrecen una oportunidad para explorar las dinámicas familiares durante las fiestas navideñas.
Mucho más que un simple plato: a través de la pasta, el cine celebra la cultura italiana
El éxito y la frecuencia de la representación de la pasta en el cine italiano se deben a su papel como símbolo imprescindible de la cultura del Bel Paese. La lista de películas que siguen siendo referencia en todo el mundo, con escenas de convivencia en la mesa, podría extenderse aún más. Amarcord de Federico Fellini y La Familia de Ettore Scola transforman la comida, y qué mejor ejemplo que la pasta, en una metáfora de la estabilidad (o inestabilidad, según las dinámicas sociales) familiar, y sobre todo de su identidad cultural, profundamente arraigada en toda la península italiana. Más que un simple plato: un símbolo, una historia y una verdadera declaración de amor a su país.