La pasta y sus mil formas: lo que cuentan sobre nuestra cultura
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La pasta y sus mil formas: lo que cuentan sobre nuestra cultura

Los 300 tipos de pasta presentes en Italia

Entre los 300 tipos de pasta consumidos en Italia, no es difícil encontrar características que cuentan la historia y la cultura de nuestro país. Larga, corta, fresca o seca, lisa o rayada, hay para todos los gustos. Estas formas no pueden reducirse a una simple elección práctica, vinculada a la textura de las salsas con las que se combinarán, sino también a la inagotable fuente de fantasía y creatividad que ha caracterizado a lo largo de los años a los artesanos de la pasta en Italia.

Entre historia y cultura italiana: macarrones y espaguetis

Cuando hablamos de cultura popular italiana, no se pueden dejar de mencionar los macarrones entre los tipos de pasta que han marcado la historia de nuestro país. Mencionados en numerosas películas, inolvidable la escena de Un Americano en Roma con Alberto Sordi, este formato de pasta conquistó luego al público mundial partiendo del sur de Italia. Los registros históricos no coinciden, pero ya alrededor del año 1000, el escritor árabe Idrisi mencionaba, en la corte de Ruggero II en Sicilia, el célebre formato de pasta, que ya se exportaba por todo el Mediterráneo. Aún más icónicos son los espaguetis, palabra que ya forma parte del vocabulario de muchos restaurantes extranjeros y que incluso llegó al cine, gracias a Sergio Leone y sus famosos westerns spaghetti.

Los tipos de pasta regionales: desde los tallarines hasta las linguine

Cada región italiana, como es sabido, tiene sus propios tipos de pasta típicos, que cuentan su historia y cultura. Se pueden mencionar muchos, pero no podemos dejar de mencionar los clásicos tallarines, la pasta al huevo, obviamente de Emilia, que, según una leyenda, habrían sido inventados en el año 1487 por el chef personal de Giovanni II Bentivoglio para la boda de su hijo con Lucrezia, hija de Ercole I d’Este, duque de Ferrara. Al subir a Liguria, también se puede mencionar una de las variantes “alargadas” de los espaguetis, es decir, las linguine, que en Génova y sus alrededores se acompañan con el clásico pesto, pero también con otras salsas de pescado locales.