Preparación
Dejar que el caldo hierva. Pelar, lavar y picar la cebolla y dejarla saltear en una sartén con 20 gramos de mantequilla, añadir la pasta y saltear, mezclando con una cuchara de madera. Echar un par de cucharones de caldo caliente, añadir el azafrán disuelto en poco caldo y dejar absorber sobre fuego moderado. Cocer la preparación, añadiendo un cucharón de caldo a la vez. Cuando la pasta resultará cocida al dente, quitarla del fuego, dejar reposar con lo que queda de la mantequilla y el queso rallado y servir.