Preparación
Limpiar las alcachofas quitándoles los tallos, las hojas duras y las puntas; dividirlos en dos, eliminar la parte al interior, cortarlos en tajadas sutiles y echarlos en una tarrina con agua fría acidulada con el zumo de limón. Lavar el perejil, secarlo delicadamente con un paño y picarlo; pelar el chalote, lavarlo, secarlo y picarlo finamente. Echar el aceite en una sartén y saltear el chalote picado sin que tome color; añadir las tajadas de alcachofas coladas y secadas y saltear brevemente; aliñar con una pizca de sal y de pimienta y cocer, con la tapadera, para 7-8 minutos mezclando de vez en cuando con una cuchara de madera. En fin espolvorear con el perejil picado. En una olla llevar a ebullición abundante agua, salarla, añadir la pasta y cocerla al dente; colarla, condimentarla con dos tercios de la salsa de alcachofas, con la mitad el queso emmental rallado y mezclar delicadamente. Untar con la mantequilla una fuente en pirex, echar la mitad de la pasta, distribuir en cima las alcachofas que quedan, espolvorear con un poco de queso emmental rallado y terminar con la pasta. Espolvorear la superficie con el queso emmental que queda, pasar la fuente en pirex en horno precalentado a 200 °C para unos 10 minutos y servir la pasta caliente y ligeramente gratinada.